Un poderoso mensaje del libro “La Magia de Pensar en Grande”

Nadie hará las cosas por usted. Nadie estará al pendiente para que triunfe. Usted es el único responsable de sus éxitos y sus derrotas.

Lo que debe hacer y puede hacer: hágalo. Nunca lo postergue, porque postergar es siempre el inicio del conformismo y la mediocridad. Póngale acción.

No sea un pensador optimista iluso. No espere triunfar sin esfuerzo, no espere lograr el éxito sin hacer nada. No llegamos a ser grandes soñando simplemente que lo somos. El éxito y la riqueza llegan cuando dominamos los principios que los producen; llegan cuando actuamos. No cuente con la suerte, porque ella no otorga promociones, ni victorias.

He aquí unas reglas que le ayudarán:

# La acción cura el miedo. Actúe ahora.

# Hable más alto y use una voz alegre.

# Establezca contacto visual con la gente. Mire a los ojos.

# Sonría en grande.

# No hable mal de nadie.

# Enderece su visión. Vea lo que puede ser, no lo que simplemente es.

# Nunca se venda usted mismo a bajo precio. Venza el crimen de la auto depreciación.

# Concéntrese en sus ventajas. Usted es mejor de lo que cree.

# No se rebaje al nivel de los criticones. Luchar con gente pequeña lo rebaja a su nivel.

# Crea siempre que el dinero es bueno y que usted lo merece.

# Por encima de cualquier problema, piense en grande siempre.

El secreto del Exito del pueblo Judio

Existe, en la sociedad actual, una asociación entre la idea de riqueza y los judíos. Es que, valgan verdades, es muy común ver que los judíos son prósperos económicamente. Las razones históricas de por qué los judíos se educan en el arte de crear riqueza serán motivo de otro artículo, pero por el momento les dejamos cinco claves o consejos de los judíos para hacerse rico.

 

#1 Estudiar La Torá y el Talmud

Los judíos estudian desde muy jóvenes sus dos libros sagrados y milenarios, en los cuales existen ya consejos de finanzas e inversión. Ejemplo de ello es la regla de los tres tercios, en donde se explica cómo se debe dividir el dinero para obtener tierras, negocios y efectivo. La tierra es una inversión más segura, pero posee un lento retorno. Los negocios son más rentables, no obstante, tienen más riesgos. Finalmente, tener efectivo a la mano es importante para poder aprovechar oportunidades de inversión y para solucionar algún imprevisto.

#2 Crear negocios

Los judíos creen en que, si la persona puede mejorar su calidad y nivel de vida, esta podrá servir a Dios de una mejor manera, por ello usan su tiempo y conocimiento en crear negocios que les permitan crear flujos de dinero duraderos. Sin embargo, es necesario mencionar que la acumulación de riqueza sin razón alguna es para ellos un despropósito o avaricia. El dinero lo usan para mejorar sus vidas y ayudar a los demás y no es un fin en sí mismo.

#3 Poseer una red sólida de contactos

El pueblo judío se encuentra muy disperso por todo el mundo, pero ellos no ven esa situación como algo negativo, sino que la han aprovechado para poder conocer mucha gente en el mundo. Para forjar negocios exitosos, es importante tener buenos contactos que nos ayuden con nuestros propósitos y eso lo saben bien los judíos.

#4 Mantener una reputación intachable

Es crucial mantener una buena reputación para los judíos, pues esta sirve como pasaporte para acceder a otros negocios y forjar sociedades con más personas. Así mismo, tienen como regla tratar bien a sus empleados, con respeto y sin distinción de ningún tipo. Esta conducta hace que los trabajadores de sus negocios les respeten y sean leales con ellos.

#5 Enfocarse en el conocimiento

En épocas pasadas, los judíos fueron perseguidos y despojados de sus posesiones, es por ello que aprendieron a acumular joyas y oro, pues son fáciles de esconder, pero sobre todo se centraron en acumular conocimiento, ya que la información es algo que no te pueden quitar. No es casualidad que el 25% de los Premios Nobel entregados hasta hoy fueron otorgados a judíos.

En vez de buscar trabajo, busca negocios.

Usted no tiene que conseguir buenos trabajos, sino hacer buenos negocios. Piense seriamente en esto: Usted no está para presentar curriculums, sino para construir sus sueños.

Muchas personas dicen: “Quiero un empleo para ganar experiencia? Deje que le haga unas preguntas:

Primero, definamos:

¿Qué clase de experiencia quiere usted?

¿Quiere ganar experiencia haciendo dinero para otros?

¿Quiere ganar experiencia siendo un super chupe?

¿O lo que busca es un empleo para sobrevivir?

Los trabajos le empobrecen, los negocios le enriquecen. Véalo en perspectiva: Si usted quiere millones tiene que poner a trabajar sus ideas, no sus manos. Lo que atrae dinero no es el sudor, sino las ideas.

Y ver el bosque. Los pobres se quejan porque trabajan ocho, diez o doce horas al día. Ni siquiera trabajando 24 horas al día se harían ricos. En términos estrictamente económicos, para hacerse rico usted necesita que su jornada laboral sea superior a las 1000 horas diarias.

No hace mucho escuche a un empresario decir lo siguiente: “En planta de producción mi jornada laboral es de ocho mil horas diarias.” ¿Cómo puede alguien tener ocho mil horas al día, si el día sólo tiene veinticuatro horas?

Eso es mirar en perspectiva. Con gran acierto conviene citar a dos empresarios. Primero, a Jean Paul Getty, que dijo: Yo prefiero ganar el 1% del esfuerzo de cien hombres, que el 100% de mi propio esfuerzo”. Y, segundo, a T Harv Eker, que dijo: “Mientras más duro trabaje tu dinero, menos tendrás que trabajar tu”.

Señores, que cierren nuestras oficinas, nuestras tiendas, nuestras plantas, pero no nuestras cuentas bancarias. No nuestros bolsillos. Podemos dormir, pero no dejar de producir. Nos detenemos para descansar, pero no para dejar de ganar.

La pregunta es: ¿De cuántas horas diarias es su jornada?, ¿De cuántas personas se está apalancando usted?

Usted tiene que grabarlo: El dinero no tiene horario. Y la acción más importante no es mover las manos, sino pensar.

Para entender a los hijos hay que verlos desde lo que son, no desde lo que deseamos que sean

Resulta natural que todos los padres y madres deseen lo mejor para sus hijos, que transiten caminos hermosos y siempre estén rodeados de bienestar, protegidos, seguros y triunfantes en la vida, de esta manera, desde temprana edad, comenzamos a sembrar en ellos, lo que para nosotros puede representar una vida exitosa, una familia, una profesión, un buen trabajo, las responsabilidades son buenas, pero no a temprana edad, siempre cubiertos en lo material y con la certeza de que merecen ser amados y muy bien tratados.

Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho no te fijes en lo que ha logrado sino en lo que aspira a hacer.
Khalil Gibran

Sin embargo, no siempre damos en lo que en realidad es, generalmente ocurre que no logramos entender en lo que los hijos se van convirtiendo, y resulta que esto se relaciona directamente, con el hecho de que nunca nos permitimos entenderlos desde lo que en verdad son y no desde aquello en lo que deseamos se conviertan.

Para los padres siempre resulta difícil y complicado entender a los hijos desde sus propios deseos, especialmente cuando no compaginan lo que para cada padre significa estar dentro del deber ser, o de lo moral, o desde aquello que pensamos es correcto, sin embargo, debemos saber que si no procuramos acercarnos a nuestros hijos desde su propia realidad, sino desde la nuestra, jamás llegaremos a conocerlos realmente, de allí que tantos padres, sino en su mayoría, tarde o temprano se vean sorprendidos por acciones y actitudes de sus hijos, que jamás imaginaron.

Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación. Proverbio árabe

Las personas solemos llenarnos de prejuicios, es bastante simple terminar siendo arreados por la sociedad y por aquello que parece correcto, más no debemos olvidar que cada persona es un ser y nuestros hijos, lejos de convertirse en una extensión nuestra o en lo opuesto a lo que somos, deben más bien buscar su propio rumbo, enfrentar sus temores, sus debilidades y sus deseos, aprender a manejar sus emociones y esto solo es posible cuando se dejan fluir.

Resulta contradictorio, como muchos padres terminan convirtiéndose en los principales enemigos de sus hijos, llegan a niveles tan profundos de incomprensión, que no logran descifrar lo que ven con sus propios ojos, y es que tu hijo clama a gritos que le aceptes, que le reconozcas, desde lo que es, sin querer cambiarlo, que puedas llegar a compartir parte de su esencia y a admirar sus detalles, que lo ames sin prejuicios y sin comparaciones, que le des la oportunidad de decidir en que se quiere convertir en su propia vida.

El hombre está dispuesto siempre a negar todo aquello que no comprende. Blaise Pascal

El camino que elijan los hijos, puede resultarnos doloroso, sin embargo, será aún más doloroso si jamás llegamos a entenderlos, si en nuestra lucha por idealizarlos, nos distanciamos, creamos una muralla entre ellos y nosotros y únicamente vemos lo que deseamos ver de cada uno de ellos.

Date la oportunidad de entender a tus hijos, pero especialmente, ten la bondad de darle la oportunidad de mostrarse frente a ti sin temor a ser juzgado, el deseo de que sea tal o cual persona, tarde o temprano será solo eso, un mero deseo, más vale entender a nuestros hijos siempre desde lo que son, desde su realidad, su verdad a la luz, que pasar una vida creando una careta para ellos que tarde o temprano caerá.