viernes, 30 de octubre de 2015

Asertividad - Cuando decir si y cuando decir no

Aprende a expresar y defender tus opiniones de manera firme

La asertividad, un arma no solo para tu vida en pareja sino para todos los aspectos de tu vida 

¿Qué te impide actuar asertivamente, decir 'no' y no dejarte manipular o explotar? Es posible que en ocasiones sientas el impulso vital a actuar y a defenderte, pero algo te frena. Una fuerza supremamente poderosa y opuesta al enfado entra a escena con el fin de aplacar la rebelión e impedirte comportarte como quisieras. 

 

 
Ser asertivo significa ser capaz de ejercer y/o defender los derechos personales: decir 'no', expresar desacuerdos, dar una opinión contraria y/o expresar sentimientos negativos sin dejarse manipular (como lo haría una persona sumisa) y sin violar los derechos de los demás, (como sí lo hace una persona agresiva). Esta es la clave: La asertividad es un punto medio entre el que se arrodilla y el que aplasta al otro; implica la defensa de los derechos sin lastimar a nadie.El siguiente esquema de cuestionamientos hace parte de los ejercicios propuestos en la guía práctica para no dejarse manipular y ser asertivo del psicólogo y escritor Walter Riso, los cuales funcionan como un árbol de toma de decisiones que permite reflexionar sobre cada aspecto de la asertividad. La automatización de esta autoguía va familiarizando a las personas con el proceso de toma de decisión necesario para defender los derechos personales

1. La situación provocadora que me impulsa ¿es real o es producto de mi imaginación? 

2. ¿Qué siento y cómo me siento? 

3. ¿Es vital para mí responder a esta situación? 

4. ¿Cuál es mi meta? 

5. ¿Qué consecuencias negativas espero? 

6. ¿Tengo alternativas de respuesta claras a las consecuencias probables?

7. La ejecución del comportamiento: Ahora hay que estructurar el contenido verbal del mensaje asertivo. Lo que vas a decir, o lo que es lo mismo, la meta expresada en forma verbal. Realiza ensayos imaginados. Busca un lugar cómodo, cierra los ojos y recrea la situación provocadora. Imagínate siendo asertivo y reproduce mentalmente cada componente de manera relajada. Si la ansiedad no te deja, saca la mente de la situación un momento, piensa en algo agradable, relájate, y regresa nuevamente a la imagen dónde estás siendo asertivo. La preparación imaginaria te dará más seguridad a la hora de ejecutar la conducta in situ. Y cuando creas que estás listo, sé atrevido, arriésgate, auto-obsérvate y evalúa tu desempeño de la manera más objetiva posible, es decir, sin lastimarte. 

8. Autoevaluación: Después de ejecutar la conducta asertiva, haz una recopilación de lo que hiciste bien y mal. Evalúa si la meta se cumplió, si fallaste en alguno de los siete puntos anteriores, considera los aspectos débiles y las fortalezas; felicítate por intentarlo. 

La asertividad fortalece el amor propio y la dignidad, permite una mejor defensa psicológica y nos hace más seguros, facilita la libertad emocional y el autoconocimiento, ayuda a resolver problemas y mejorar la comunicación. Úsala siempre.  

Walter Riso

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