jueves, 8 de febrero de 2018

Proverbios chinos para encontrar la paz espiritual que necesitas todos los dias

De todo lo que pudimos heredar de la cultura china, los proverbios son una parte importante de esa huella que pensadores como Confucio dejaron en la historia para que nosotros pudiéramos encontrar el camino a la paz y a la sabiduría.



Si algo podemos destacar de la cultura china, además de su comida repleta de pollo, pasta y elementos agridulces, son dos cosas esenciales para nuestras vidas: el papel y los proverbios. El primero —aunque ya había sido inventado por los egipcios en el siglo IV a.C.— presentó cualidades que no tenía ningún otro material de escritura para ese entonces; a pesar de tener una apariencia delicada y extremadamente frágil, la variante china del papiro era capaz de aguantar la humedad de la tinta y de absorberla, logrando que ésta se secara en poco tiempo. Dicha cualidad permitió que los emperadores y sus escribas pudieran elaborar y almacenar documentos importantes relacionados con el reino sin tener que acudir a los anticuados rollos hechos con fibra de bambú que, al igual que los de los egipcios, se rompían con demasiada facilidad.


En el caso de los proverbios, su gran importancia residía en saciar esa necesidad que todo el mundo tiene —al menos una vez en su vida— de escuchar un consejo sabio que le permitiera reconfortar su alma; algo así como los consejos de las abuelas, pero con algo más de autoridad. Porque, aceptémoslo, por más que creas en la ancestral sabiduría de tu abuela, si un dicho o frase viene acompañada de un nombre como Confucio, es más seguro que en sus palabras encuentres una valiosa enseñanza que atesorarás toda tu vida.


Por otro lado, reunir todos los proverbios chinos en un espacio significaría una labor titánica incluso para un filólogo veterano, pues al formar parte de la tradición oral del pueblo en el que nacieron, algunos de ellos han ido muriendo a la par de quienes los pronunciaron por primera vez. Sin embargo, los más memorables y sabios han vencido al tiempo para seguir convenciéndonos de que a este mundo vinimos a gozar y a aprender algo nuevo todos los días.

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«Si tu mente es fuerte, todas las cosas difíciles se vuelven fáciles; si tu mente es débil, todas las cosas fáciles se vuelven difíciles».

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«Dime y olvidaré, muéstrame y podría recordar, involúcrame y entenderé».

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«La vida de un niño es como un pedazo de papel en el que cada persona deja una marca».


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«Cuando soplan vientos de cambio, hay quien construye muros, pero también hay quien lo que hace es construir ».

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«El amor no se mendiga, se merece».


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«Ganará quien sabe cuándo luchar y cuándo no luchar».

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«Si haces planes para un año, planta arroz. Si haces planes para 10 años, planta árboles. Si haces planes para cien años, educa al pueblo».

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«No tengas miedo de crecer lentamente, teme sólo quedarte estancado».



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«Una gema no se pule sin frotar, ni un hombre puede ser perfeccionado sin pruebas».

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«Un poco de fragancia se adhiere a la mano que da flores».

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«Los padres que tienen miedo a poner un pie en el suelo generalmente tienen niños que se ponen de puntillas».


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«Excava el pozo antes de que tengas sed».

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«El mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años. El segundo mejor momento es ahora».

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«Todos los ríos van al mar, pero el mar no se desborda».



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«Hablar mucho y llegar a ninguna parte es lo mismo que subir a un árbol para atrapar un pez».

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«Si quieres ser feliz durante una hora, toma una siesta. Si quieres ser feliz por un día, ve a pescar. Si quieres ser feliz durante un año, hereda una fortuna. Si quieres ser feliz para toda la vida, ayuda a otras personas».

- «Si tu fuerza es pequeña, no lleves cargas pesadas. Si tus palabras no tienen ningún valor, no des consejos».


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«Hay que subir la montaña como viejo para llegar como joven».

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«El tiempo es dinero, pero es difícil usar el dinero para conseguir más tiempo».



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Lo sentimos, abuelas —si es que alguna de verdad está leyendo esto –. Es sólo que a veces necesitamos saber que la paz y tranquilidad que nos ofrecen sus consejos son fruto de la verdadera sabiduría y no sólo del amor incondicional que parece escurrir de cada una de sus dulces palabras. De cualquier forma, cualquier frase en la que podamos encontrar cierto confort será apreciada y atesorada como si dentro de ella se escondiera toda la fuerza que requerimos para alcanzar esa felicidad que a veces nos hace tanta falta.

Via: Cultura colectiva

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